

Ubicada en la costa del mar Negro, es la cuarta ciudad más grande de Bulgaria y uno de los destinos preferidos en verano por viajeros que buscan playas, cultura y naturaleza.
El corazón de la ciudad late en el Parque del Mar (Morska Gradina), un paseo arbolado frente al mar que invita a caminar al atardecer con vistas infinitas al horizonte. Desde allí, las playas de arena dorada se abren paso, ofreciendo un ambiente familiar y relajado, muy distinto al bullicio de otros balnearios más turísticos.
La historia de Burgás está ligada al comercio marítimo: en la antigüedad, la zona estuvo habitada por tracios, griegos y romanos, y más tarde floreció como centro pesquero y portuario durante la época otomana. Hoy, esa herencia convive con una ciudad moderna, llena de festivales, museos y vida cultural.
Burgás también es punto de partida hacia algunos de los lugares más bellos de la costa búlgara: la antigua ciudad de Nesebar, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, o el animado balneario de Sunny Beach. Además, a pocos kilómetros se encuentran los lagos de Burgás, un paraíso para observar aves y disfrutar de la naturaleza.
Burgás es mar, historia y vida local en equilibrio. Un destino ideal para quienes buscan sentir Bulgaria desde la costa y explorar sus tesoros cercanos.







